Y sin embargo no desaparecen los matices...
Entre un níveo blanco de sonrisas reposadas
Y un sombrío negro de torbellinos agobiantes
Habita el millar de grises
Por los que transitamos
Huyendo del ilusorio concepto
De la vida a color...
Atravesar esos instantes
Como pasajera fugaz
En repentina convivencia
Entre el níveo y el sombrío...
Me devuelven al germen fundamental...
Al origen...
Y en confortable abandono
Concedo a los grises
Invadir instantes...
Mientras mis zapatos sigan siendo rojos...
Maravilloso, sinceramente.
ResponderEliminarSaludos!
NETOMANCIA
ResponderEliminarMe alegra que te gustara!!!!!
Beso