Me siguen... (allá ellos)

miércoles, 21 de julio de 2010

EL AMOR (Eduardo Galeano)

En la selva amazónica, la primera mujer y el primer hombre se miraron con curiosidad. Era raro lo que tenían entre las piernas.

- Te han cortado?- preguntó el hombre.
- No-dijo ella-. Siempre he sido asi.

El la examinó de cerca. Se rascó la cabeza. Allí había una llaga abierta.
Dijo:

- No comas yuca, ni plátanos, ni ninguna fruta que se raje al madurar. Yo te curaré. Echate en la hamaca y descansa.

Ella obedeció. Con paciencia tragó los menjunjes de hierbas y se dejó aplicar las pomadas y los ungüentos. Tenía que apretar los dientes para no reirse, cuando el le decía:

- No te preocupes.

El juego le gustaba, aunque ya empezaba a cansarse de vivir en ayunas y tendida en la hamaca. La memoria de las frutas le hacía agua la boca.

Una tarde, el hombre llegó corriendo a través de la floresta. Daba saltos de euforia y gritaba:

- Lo encontré! Lo encontré!

Acababa de ver al mono curando a la mona en la copa de un árbol.

- Es asi -dijo el hombre, aproximándose a la mujer.

Cuando terminó el largo abrazo, un aroma espeso, de flores y frutas, invadió el aire. De los cuerpos, que yacían juntos, se desprendían vapores y fulgores jamás vistos, y era tanta su hermosura que se morían de vergüenza los soles y los dioses.


Pareja (Desnudo) Oleo sobre tela - 0,80 x 0,90 mts. - C. M. D.



domingo, 18 de julio de 2010

Insomnio...



Debería estar durmiendo...
Son las 3.47 en números enormes y
luminosos...
Y aquí está...
Como casi todas las noches
Acechando...

Esperando pacientemente
Para tomar mi noche...
Aguarda el momento exacto
Cuando los hombros comienzan a relajarse
Cuando los párpados comienzan a cerrarse
Y ataca....
Intento una plegaria que desconozco...
Me cuestiono...
Será una penitencia?
Una venganza?
Una condena?
Pero el INSOMNIO no me escucha...
Y se ríe de mi infortunio...



martes, 13 de julio de 2010

Desde arriba...

Hay noches en que logro ver todo desde arriba
Tomando carrera
Levanto vuelo
Y observo...

El sutil rayado luminoso
Sobre las paredes de mi cuarto
Provoca Paz...


El sol entrando por la ventana
En una tarde de domingo
Da felicidad...


El susurro dulce de su voz
En la almohada
Regala certeza...


La sonrisa cómplice...
La mirada franca...
El roce de sus dedos
En los míos
Elevan...
En un fascinante hélice
De música y colores...


Y puedo ver
Desde arriba...
Que todo
Está en orden.