Me siguen... (allá ellos)

lunes, 28 de enero de 2013

Adictos a la escritura... - El Fin del Mundo Frustrado - "El Fin del Mundo... N.N."

En el mes de Enero empezamos un nuevo año, un año que, como ya hemos comprobado, el mundo sigue girando... 
En el grupo de "Adictos a la Escritura" se ha decidido por mayoría dedicar el ejercicio del mes al Fin del Mundo que nunca llegó, es decir, "El Fin del Mundo Frustrado".
En esta oportunidad he tomado un tema bastante localista que estuvo en todos los medios y noticias del país.


Este es mi relato, espero que les guste...



El Fin del Mundo... N.N.

Llevaba más de seis meses con la idea en la cabeza. No podía dejar de pensar a cada minuto en lo mismo.
La fecha había llegado con una velocidad inaudita y, finalmente, se encontraba preparando
todo para emprender el viaje.
No era lejos, la ciudad de Córdoba se encontraba a apenas 700 kilómetros, una distancia que, cómodamente, podría sortear en unas 8 horas con la ruta semi-despejada. Por esa misma razón prefería salir por la madrugada, los camiones que viajan de noche ya habrían dejado la vía principal y los que comienzan en la mañana no habrían salido aún. De allí hasta Capilla del Monte le quedarían solo 100 kilómetros más.
Finalmente terminó de cargar el equipaje en el auto y emprendió la marcha, a nadie había dicho lo que rondaba en su cabeza. Las ceremonias de “meditación” y “canalización” darían comienzo a las 21:12 de la noche del 21.
Viajaba con horas de sobra.
Ella era una Guerrera de Luz, según le confirmara el Hermano Tristán Ongamiro durante los ritos de iniciación, se lo había leído en su aura.
Si lograba trasponer el Portal Interdimensional quedaría a salvo de esta vida que arrastraba cual mochila de plomo, podría olvidar, finalmente, los dolores de la soledad y las depresiones en las que se hallaba sumida desde hace casi seis años.
Desde que él partió.
Al momento de salir tomó la decisión de no llevar los medicamentos que el psiquiatra le recetara, ya no los necesitaría nunca mas.
Se sentía una privilegiada, ella estaría a salvo de la destrucción que amenazaba a la humanidad, el Hermano Tristán se lo había prometido en el último encuentro unos días atrás.
Con la ruta tranquila, una música suave que invitaba a meditar y un entusiasmo que no sentía desde hacía mucho tiempo, atravesó los 800 kilómetros casi sin darse cuenta. Apenas pasaba del mediodía cuando se registró en una posada cercana a la subida del cerro. El pueblo bullía de turistas y por más que lo recorriera varias veces no pudo encontrar a su grupo. No era importante, subiría sola, arriba seguro que los encontraría. Y sino tampoco le interesaba, portaba su aura, que se había convertido en un pasaporte a una existencia superior.
El júbilo y la emoción que la embargaban hicieron que sonriera de manera constante.
Esta era la resolución más importante de su vida, se sentía desbordada de valentía y entereza.

¡El mundo se acababa y ella se salvaría!

¡Ella ya estaba a salvo...!







martes, 8 de enero de 2013

Musa...





Engalanada...
Cubierta de atávicos jirones de vida, siento latir sincrónica la aterciopelada vena que, estriada por los vítreos marzos de mi existencia, lleva el torrente de amores, llantos, risas y vetustas ilusiones...
Imprudentes pensamientos lóbregos bailan carnavalitos de altiplanos poéticos y los sentidos se embriagan con arrabaleros compases de antaño.
Presumido, altivo, mi paso firme recorre reticentes restos de ruta, harapos de asfalto y ripio impiadoso impiden la calma y en un giro peregrino pierdo la musa dócil de manto azulceleste como el cielo...



Imagen: Katerina Lomonosov