Me siguen... (allá ellos)

domingo, 24 de junio de 2012

Adictos a la escritura - "El alquimista me llaman..."

El proyecto de Adictos a la Escritura del mes de junio  se titula "Juntos y Revueltos".
El ejercicio consiste en hacer interactuar a dos personajes previamente elegidos al azar.
La lista de personajes se realizó con el aporte de todos los Adictos, cada uno tuvimos que proponer una pareja de personajes y los mismos fueron mezclados y reamados en parejas al azar y luego repartidos entre los participantes.
La pareja de personajes que me tocó en el sorteo fueron "Alquimista y mendigo".
Pero como no puedo con mi genio, decidí darle otro giro...
Espero que les guste.


"El alquimista me llaman..."



- El alquimista me llaman – repetía cada vez que alguien le preguntaba su nombre.
La leyenda popular y barrial contaba un pasado como profesor en una lejana universidad. En sus vagantes paseos de delirio hablaba de números, cálculos y fórmulas. Los vecinos lo ponían a prueba y habían descubierto que podía recitar la tabla periódica con sus correspondientes valores casi sin equivocarse. Tal vez así había comenzado la leyenda.
Él no hablaba  jamás de su pasado, solamente repetía la frase de siempre, “el alquimista me llaman”.
Alguien creyó alguna vez reconocerlo como un destacado químico de renombre, difícil saberlo bajo esa espesa barba y sus mugrosas ropas, pero no, aquel químico se había retirado a investigar a Europa , dijeron las noticias,  pero de cualquier forma tampoco se conocía con certeza su paradero.
- El alquimista me llaman – se presentaba mientras extendía su mano, no para ser estrechada sino más bien para recibir alguna moneda y en casos muy esporádicos, algún billete.
Se tejían historias, se le inventaban personalidades, las vecinas lo alimentaban, los policías, de vez en cuando, lo llevaban para devolverlo con la pelambre recortada y los trapos limpios, los niños se burlaban, los desconocidos lo evitaban.
El alquimista ya formaba parte de nuestro paisaje y, a partir de hoy, el barrio ya no será el mismo sin él.




martes, 19 de junio de 2012

YA NO HAY...


Ya no hay tiempos, ni cielos...

El ojo ciego
envuelve la bravura del río
y el grito amargo del hambre
trae a la memoria aquel retorno sin aliento.

Las almas
se despiden unas de otras
tras una abundante cosecha
de falsas pasiones y malos augurios.

Un perro cojo
merodea serenidades,
y un ángel cavernícola completa la ronda
alucinando voces que pregonan terror.

Combate la razón...
Vastas hilachas de insomnio
enredan la contienda.

Y ya no hay tiempos,
ni cielos.

Tampoco amor...